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Zaha Hadid

07/03/2011

Con esta original frase, nos introducimos en el fascinante mundo de esta célebre arquitecto, de origen iraquí y londinense de adopción. Ganadora de infinidad de premios como el British Architecture Gold Medal for Architectural Design (1982), Premio de Arquitectura Contemporánea de la Union Europea (2003), Pritzer de arquitectura (2004) primera mujer en recibirlo, y el Praemium Imperiale (2009) entre otros muchos, a nivel mundial. Preocupada por las necesidades de la sociedad en la que vivimos, y que ya soñaba con ser arquitecto desde su más tierna infancia, nada más acabar la carrera en la Architectural Association de Londres, donde se diplomó en 1977, pasó a ser socia de la Office for Metropolitan Architecture (OMA), junto a sus reconocidos profesores, los arquitectos Rem Koolhaas y Elia Zenghelis, donde no duró mucho tiempo ya que en 1979 creo su propio estudio de arquitectura en su ya adoptiva ciudad de Londres, hasta que casi un decenio después, se vio atraída por la idea de compartir sus ideas e iluminar el camino a las nuevas generaciones, ejercitando sus dotes de docencia en prestigiosas universidades como son las de Harvard, Illinois, Hamburgo o Nueva York, por citar algunas de ellas, y siempre tratando de combinar sus proyectos de arquitectura y diseño para prestigiosas firmas de nivel mundial, prueba de ello es el sofá Moon (2007) para la Bamp;B Italia. Podemos disfrutar de sus obras en los lugares más dispares como el parque de bomberos de Vitra en Weil am Rhein (Alemania), y aquí en España, el puente-pavellón para la Expo de Zaragoza, o si nos damos una escapada por Madrid, podemos pasar la noche en la primera planta del hotel Puerta América, de aspecto futurista, libre de aristas, y orgánica. Edificios como la sede central de BMW en Leipzig (Alemania), y proyectos en desarrollo, como la Guangzhou Opera House (China), todavía en fase de construcción. Zaha, no mantiene un estilo realmente definido sino que, evoluciona a la par que nuestra actual sociedad, en permanente y en continuo desarrollo, es decir la adaptación al medio, quizás, ha sido la clave de su apoteósico éxito mundial. Para concluir con este breve pero intenso recorrido por la vida de ésta ilustre arquitecto, no nos queda más que, deleitarnos con las verdaderas obras maestras que nos ha dejado y nos seguirá dejando, de eso, estamos realmente seguros. Juan F. Periañez Paula Cabrera Equipo Pepe Cabrera

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