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Eva Jiricna

20/06/2012

Eva Jiricna, checa de nacimiento y con nacionalidad británica desde 1976, jugó un papel muy importante en el desarrollo de la arquitectura y el diseño durante la década de los ochenta y se convirtió en la mejor diseñadora de tiendas y restaurantes de Londres. Famosa y reconocida por el diseño de escaleras muy teatrales, complejas pero a la vez delicadas, ha sabido entender como pocos el equilibrio entre tradición y funcionalidad empleando materiales industriales en contextos domésticos. Nacida en 1939 e hija de arquitecto, estudió arquitectura en la Universidad de Praga, algo que, teniendo en cuenta la fuerte tradición vanguardista de la República Checa, repercutió claramente en su forma de entender el diseño prestando especial atención a los temas de ingeniería. Al mismo tiempo, y a pesar de su enorme talento, no era fácil tener oportunidades creativas en el régimen político vigente por lo que tras trabajar varios años en una fábrica de cemento y en el estudio de Arquitectos del Estado decidió emigrar a Gran Bretaña en 1968. En sus primeros años en Londres le resultaría de gran ayuda su formación técnica ya que entró a trabajar en el estudio del arquitecto Louis de Soissons que se encontraba inmerso por aquel entonces en el complejo proceso de construcción del puerto de Brighton. Este aprendizaje le sirvió para aplicar sus conocimientos en el diseño de interiores de establecimientos que marcaron un nuevo estilo y le otorgaron un prestigio que le permitió firmar algunas de las tiendas más destacadas de Londres, como los establecimientos de Joseph Ettedgui (en colaboración con el arquitecto checo Jan Kaplicky), la tienda Kenzo o el restaurante Le Caprice. Eva creó un nuevo lenguaje con elementos como el acero, el vidrio, los alambres, las escaleras abiertas y los colores neutros, permitiendo una mayor integración con el entorno y la introducción de luz en los edificios. En 1986 abrió su propio estudio en Londres, el Eva Jiricna Associates, con un concepto multidisciplinar enfocado a un diseño global, incluyendo exterior, interior o el propio mobiliario, en proyectos públicos o privados. Su creciente prestigio le proporcionó gran cantidad de encargos a nivel internacional, desde Frankfurt a Los Angeles, que le permitieron continuar el desarrollo de un sello inconfundible. Uno de sus proyectos más característicos es la intervención en una casa de estilo georgiano en el londinense barrio de Belgravia en el que se respetó la fachada original remodelando por completo el interior con una gran escalera de cristal que, acompañada de la cubierta de vidrio, facilita la integración entre lo antiguo y lo nuevo; la arquitecta señala que “es divertido ver como los transeúntes se sorprenden al ver una mansión ultramoderna en una casa del siglo XVIII”. En la actualidad Eva Jiricna, con múltiples galardones internacionales y un destacado papel como docente, continúa desarrollando interesantes proyectos a caballo entre sus despachos de Londres y Praga en los que desarrolla su particular lenguaje, con sus espectaculares escaleras, tratando de ser fiel al principio funcionalista según el cual no se deben incluir en un diseño elementos que no ayuden a mejorar su función. Nacho Cabrera Marcos Fernández Este artículo tambiénlo encontrarásen La Vivienda Marina Alta

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